Agua fría

No sé explicar cómo me siento, no sabría decir si es rabia, si es impotencia si es dolor. Solo sé que no lo soporto.
Es duro ver como aquello por lo que has luchado tanto se desvanece cada día, como se aleja de ti, te aparta, te aísla y te deja sin opción.
Y siempre lo mismo; ¿Por qué? ¿Por qué yo? ¿Por qué a mí?

Ya no me apetece hablar, ya no me apetece levantarme de la cama, ya todo perdió el sentido. ¿Qué haces cuando aquello que hacía levantarte cada mañana se quiebra como cristal al caer al suelo?
No quiero lamentarme, no quiero llorar más por que sé, porque soy consciente, de que hice lo que pude. Pero no fue suficiente, nunca es suficiente.

Y no quiero escuchar más «no es el fin del mundo», «no te rindas», «hemos perdido una batalla pero no la guerra» porque sí, porque ya me rendí. Porque ya no quiero volver a ilusionarme, volver a soñar, volver a imaginar.
Porque volver a la realidad es como un jarro de agua fría que cae sobre tu espalda.

• Publicado en: Pensamientos